[ Fotografía ] Luis Moya 
[ Post ] Maria Rada
[ Lugar ]Armiñan Lounge

Cada sábado por la tarde, a principios del siglo XX, la escritora americana Gertrude Stein abría las puertas de su apartamento parisino de La Rive Gauche para recibir a los influencers de la época: artistas, escritores e intelectuales de la talla de Picasso, Hemingway, Scott Fitzgerald, Matisse y tantos otros. A la vera de Stein, mentora y gurú, las ideas se multiplicaban y fluía el vino y la inspiración.

¿Quién no ha fantaseado alguna vez con asistir a una de esas tertulias? ¿Por qué el día a día, con sus conversaciones a menudo triviales y su implacable logística, no puede parecerse más a aquel entorno efervescente?

Pero mientras unos nos limitamos a añorar lo que nunca tuvimos, otros cogen al toro por los cuernos e intentan (lo que es mejor, lo consiguen) poner remedio. Como Silvia.

Porque si no existiera Silvia Moreno habría que inventarla.

Digna heredera de Gertrude, Silvia recupera con sus cenas algo que a veces perdemos sin darnos cuenta: el arte de la conversación pausada, respetuosa, atenta y, por qué no, apasionada; regalarnos un tiempo y un espacio en los que hablamos (y pensamos,porque nada mejor para articular el pensamiento que un buen diálogo) de cosas que importan. Que nos importan. Para variar. No hablo en teoría. “Quien lo probó, lo sabe”, decía Lope de Vega del amor. Y,animada por mi hermana pequeña (que a veces sabe mejor que yo lo que me conviene), el jueves pasado lo probé. Las cenas, por supuesto.

¿Qué encontré allí? A una anfitriona extraordinaria, Silvia, de esas que arropan y hacen que sus comensales brillen, reservándose un papel discreto de facilitadora (de hacer todo fácil). A nuestra experta de la noche, Melanie Parejo (partner manager de YouTube), que vino a hablarnos de esa plataforma fascinante que ella define como “repositorio de pasiones”. Otra gran mujer en la que mirarse: aguda, rápida, abierta, generosa, con una sonrisa de aquí a Marte.


¿Qué más encontré? Ganas, muchas ganas. De saber, de conocer y conocerse, de aportar, de nutrirse, de preguntar; de debate como construcción y no contienda.
Buena comida, buen vino (alimentos, también, del alma), mejor compañía. Mujeres como la copa de un pino. Cultas, curiosas, emprendedoras, valientes, inquisitivas y buenas tías. De quitarse el sombrero. Mujeres con las que asociarse, seguir en contacto, apoyarse, planear revoluciones, sentirse parte de un gran movimiento (a veces contracorriente) de hermandad femenina.

“Quien lo probó, lo sabe”, decía Lope. Y hay veces que conviene repetir.

Maria

Muchísimas gracias María por escribir este post con tantas ganas e ilusión y sentirte en la mejor compañía, gente como tú es la que hace Cenas Adivina más especial. Gracias por compartir tu historia con nosotras, menudo cambio de vida! aquí os dejo el enlace a su primer libro! Cumpliendo sueños.

Gracias a Luis Moya por las maravillosas fotografías y a Ana Joga por su estupendo catering, todo un descubrimiento. Ella, su hermana de Miriam de yosilose y una comida deliciosa. En este vídeo podréis conocerla un poco mejor.

Gracias especiales también a Elsa de Armiñan Catering por abrirnos las puertas de su casa y hacernos sentir tan a gusto. Y un millón de gracias a todas y cada una de mis fantásticas invitadas.

Melanie, ha sido un placer tenerte entre nosotras y poder disfrutar de tu experiencia con una sonrisa de oreja a oreja. Las horas se nos pasaron volando y aprendí muchísimo de youtube y todo lo que puede ofrecernos.

Silvia

[ Catering ] Ana Joga
[ Productos] Organizados, Lindt
[ Bodega ] La Rioja Alta S.A

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