[ Fotografía ] Teresa Lobo
[ Post ] Eva Fernandez

Santillana del Mar, a las 22:00 horas del jueves 1 de marzo en el bar de Edu:

—Hola, nos sois de por aquí… ¿de Turismo?
—No, ¡venimos a un brunch!
—¿A un brunch?… ¿desde dónde?
—Desde A Coruña, venimos a un brunch en casa de Federica, ¿la conoces?
—(Caras de asombro) Claro, ¡¡es amiga!!

Nervios, impaciencia… ¿dónde aparcamos?, ¡a la derecha!… No, mejor a la izquierda. ¡Todavía es temprano! Mejor damos un paseo para hacer tiempo no vayamos a ser las primeras…

Y allí estaba Silvia, sonriente y acogedora, para recibirnos y para hacernos sentir entre amigos; lo consiguió! ella tiene ese don extraordinario.

Intentar resumir el cúmulo de sensaciones que una siente cuando traspasa el portalón de “La Perla Negra” resulta difícil, es todo un festival para los sentidos; el primero que se activa es el de la vista intentando reconocer cada uno de los rincones ya familiares de tantas veces que los hemos visto en sus historias de Instagram , buscando a Darwincito y a todos los demás hijos peludos de Federica.

Los deliciosos aromas que fluían de su cocina se encargaron de despertar nuestro olfato para poco tiempo después deleitar también nuestras papilas gustativas. A la vez que iban saliendo los platos, Federica nos explicaba, con todo lujo de detalles, los ingredientes que utilizaba en cada uno de ellos y que ella misma selecciona en mercados tradicionales tal como recuerda hacía su abuela en Roma cuando ella era niña.

¡Y que nunca falte la música! Música italiana, jazz, swing… música que llena los escasos momentos de silencio entre risas y conversaciones cruzadas: ¿y tú, de donde vienes? De Avila, de Madrid, de Bilbao, de San Sebastián, de Santander, de Torrelavega… diferentes procedencias, diferentes mujeres ¡y a la vez parecidas!

Federica nos enseñó su Perla Negra y nos explicó el mimo y el esfuerzo con el que han restaurado una casa que estaba prácticamente en ruinas hasta convertirla en el singular universo de Federica & Co, un universo que transmite paz, melancolía, serenidad y en el que se cuida hasta el mínimo detalle y donde detrás del nombre de cada habitación se esconde una historia que contar.

Towanda! Es el nombre de una de las habitaciones de La Perla Negra y era el grito de guerra de Evelyn en “Tomates verdes fritos” el que le daba fuerza para enfrentarse a la adversidad y que Federica parece haber gritado en varias ocasiones a lo largo de su intensa vida, una vida con luces y sombras que le ha ido forjando una personalidad valiente y arrolladora que ¡consigue atraerte como un imán!

Es tanta la pasión y la intensidad que pone en todo lo que hace y en como lo cuenta que te hace pasar de la risa al llanto y de este de nuevo a la risa en décimas de segundo…. La Perla Negra es Federica y Federica es la Perla Negra ¡y que se pare el tiempo!

Santillana de Mar, 21:00 horas del 2 de marzo en el bar de Fede.

—Qué tal en casa de Fede, ¿ha merecido la pena el viaje?
—Repetiríamos una y mil veces…

Esa noche decidimos abrir un poco las cortinas, lo justo para asomarnos y no sentir vértigo… Y los marceros cantaban:

“Marzo florido sea bienvenido,
sea bienvenido,
que poneis el campo alegre y florido
alegre y florido
….
y si dios nos dá salud,
mañana por ahí volvemos,
mañana por ahí volvemos”

Eva

Sin palabras, gracias Eva por poner palabras a este día inolvidable en casa de nuestra querida Fede.

Y a ti Fede que más te puedo decir que no te haya dicho ya… GRACIAS por acogernos con tanto cariño, por compartir con nosotros tus talentos y sobre todo por contarnos de ti.. siempre es una delicia escucharte. Fue un viaje que Cristina, Teresa y yo recordaremos siempre con una sonrisa.

Todo el mundo tiene que ir al menos una vez en la vida a La Perla Negra.

[ Catering ] Federica Barbanelli
[ Productos] Organizados Lindt
[ Bodega ] La Rioja Alta S.A

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