[ Fotografía ] Cristina @teoricadelcaos
[ Post ] María Urdangaray
Me siento una gran privilegiada por haber tenido la suerte de conocer de cerca a estos 4 artistas- Paco, Noemí, Iñaki y Toni- que ante todo son fantásticas personas. Soy una gran apasionada de la música y escuchar las historias de cada uno de ellos fue muy emocionante.
Me encantó además que vinieran Maria e Iñigo, madre e hijo y desde Asturias para compartir con nosotros esta noche única. Iñigo toca la guitarra y su madre quiso darle esta sorpresa y compartir este rato tan especial juntos.
No pude evitar pedirle a María que compartiera con nosotros su experiencia con todos nosotros, os dejo con ella.
Conocí la existencia del proyecto de Cenas Adivina a través de un artículo del Vanity Fair del 1 de junio de 2017 que me encontré en Facebook.
Me considero una persona curiosa y con gran inquietud por saber, aprender e investigar sobre miles de cosas y me entusiasma descubrir que es lo que mueve a las personas a ponerse en marcha.
Al leer el artículo, inmediatamente encontré varias frases que me llegaron: buscar la vocación con independencia de la profesión, disfrutar de buenas conversaciones, aprender de otros, haber vivido en una casa donde solía haber barullo y charlas interesantes.
Descubrí que Silvia había decidido desarrollar todas estas ideas mediante un proyecto, en el cual, organizando una cena en su casa e invitando a una persona, a la cual llama experto, trataba de crear un ambiente como el que te puedes encontrar cuando vas a cenar a casa de unos amigos y surge una conversación interesante.
No dude, ni un segundo, que yo en algún momento tenía que participar en alguna de esas cenas. Empecé a seguirla por Instagram y pude saber más de ella y de su proyecto, incluso a través de un artículo en una revista de decoración, pude saber cómo era su casa.
Solo me faltaba conocerla en persona y al consultar el calendario de veladas, vi que una de ellas iba a ser sobre un tema que nuestra casa está muy presente, la música. Mi hijo mayor desde los 10 años vive pegado un instrumento musical, últimamente es la guitarra eléctrica. En alguna ocasión hemos hablado de que le gustaría poder ligar su futuro profesional con la música, pero siempre llegamos a la conclusión de que es algo realmente difícil.
Qué mejor manera de conocer más de ese mundo y esa posibilidad, que hacerlo de primera mano de cuatro pedazo de artistas como son Toni Brunét guitarrista desde los 13 años mallorquín establecido en Madrid, Paco Salazar e Iñaki Garcia pertenecientes al equipo de Dani Martín , guitarrista y pianista, y Noemi Carrión , la voz, con gran experiencia en los escenarios, y además con la cercanía que supone una velada como las que organiza Silvia? lo vi una ocasión perfecta para ir acompañada de mi hijo. Lo pasaríamos bien fijo!
Como vivimos en Asturias me las ingenié para poner en marcha a toda la familia e irnos a Madrid a pasar la noche de un jueves, un poco locura, pero a mi hijo la idea le pareció perfecta y gracias a Dios a mi marido también.
Llegamos puntuales a la cita y tengo que confesar que en el ascensor mi hijo y yo nos mirábamos y nos daba un poquito la risa pensando cómo estábamos allí a punto de meternos en casa de alguien que no conocíamos de nada y a compartir unas horas con más gente que tampoco conocíamos, pero allí estábamos en el ascensor subiendo al séptimo.
La inquietud nos duro bien poco, porque según entramos en casa de Silvia, su sonrisa sincera, su simpatía o su calidez, (así como la de su marido Iñigo) no sé muy bien cómo describirlo, y todo lo que yo ya conocía de ella, nos hizo sentir rápidamente muy cómodos. Surgieron las primeras presentaciones (de esas que luego no te acuerdas de ningún nombre por los nervios, normal!!!) y pudimos disfrutar de una cena exquisita, todo estaba muy cuidado, dispuesto en una mesa para poder charlar y conocernos. Tamara su brazo derecho en el tema culinario, atendiéndonos hasta en el mínimo detalle. De una manera natural se establecieron conversaciones entre todos los asistentes y mágicamente se creo rápidamente un clima de amistad y cordialidad.
Puede parecer increíble, pero es así. Algo hay, algo tienen, que desde el primer instante te hace sentirte bien y te hace pensar en una velada prometedora.
En un momento determinado pasamos todos a ocupar la zona el salón para cómodamente sentados en los sofás empezar a compartir, a escuchar y a aprender. Me encantó participar, porque allí todo el mundo participa, los expertos y los invitados. Todos nos presentamos y explicamos el porque estábamos allí, todos esperando con interés lo que tenían que decirnos los cuatro músicos que daban origen a la velada. Me encantó escucharles y me encantó ver que, teniendo los cuatro una personalidad muy diferente, a todos les unía su pasión por la música y me encantó poder escuchar y descubrir a la persona que hay detrás de cada uno de esos artistas. Como viven su vida, como llegaron a ello.
preciosos vasos de Carla Montes.
Hubo momentos de hablar desde el corazón, hubo momentos de mucha risas, hubo momentos de descubrir vidas diferentes y constatar que hay momentos en la vida que son determinantes para tu futuro.
Por cierto durante la conversación nos dieron una tarta que estaba de muerte, mientras seguíamos con nuestro vinito disfrutando del momento.
Al estar allí dos madres de adolescentes apasionados por la música, incluso salió a la palestra la pregunta de si unos padres deberían dejar a su hijo vivir su pasión, aun a sabiendas de que le espera un futuro menos estable que lo que creemos que se logra con unos estudios académicos.
Sobre eso nos aportó su opinión Cristina , la colaboradora que inmortalizó distintos momentos del evento, una chica joven que encontró en su pasión por la fotografía su modo de vida.
No se, así sin guión , la conversación va saliendo, y así nos dieron más de las dos y todos nos fuimos de allí saciados de diálogo porque como decía el final del artículo revelador:
“Compartir un rato con otras personas y hablar sin prisa, como se hablaba antes, para que todas y cada una se den cuenta de que nuestras experiencias, sean las que sean, pueden ayudar a otros más de lo que pensamos”.
En el siglo XXI, dar de comer al hambriento sigue siendo una buena manera de ayudar aunque el hambre sea de diálogo y la comida emplate antiguas formas de relación.
Muchas, muchas gracias Silvia, me hace feliz que existan personas como tú. Espero repetir. Voy a repetir.
Un beso.
Gracias a ti María, qué maravilla verlo a través de tus ojos..
Gracias a todos, expertos e invitados por una noche tan bonita. ¡Qué viva la música!
Silvia