[ Fotografía ] Miriam
[ Post ] Silvia
Esperaba esta cena con ganas locas. Regina, una querida invitada de Cenas Adivina me había hablado de Jorge y tenía un gran interés en conocer a este hombre que derrochaba creatividad o lo que es lo mismo, una forma diferente de hacer las cosas. Con 10 años de experiencias, aprendizajes, éxitos y también fracasos, enseña a personas y empresas a pensar y diseñar su futuro. Dice que no tiene dotes especiales pero yo estoy convencida de que si ;-).
Yo, después de 16 años en la misma gran empresa y haberme equivocado muchas veces en el camino, estoy segura de que cada uno de nosotros somos es el verdadero protagonistas de nuestra vida profesional y que conocernos y saber relacionarnos con nuestros compañeros y jefes son una parte fundamental del éxito. Saber nuestros puntos fuertes es tan importante como conocer nuestras debilidades y algo nos pasa cuando tenemos que hablar bien de nosotros mismos, plantear ideas nuevas o soluciones distintas dentro de una gran empresa. Parece que la «creatividad» solo está destinada a brotar cuando emprendemos por cuenta propia… y eso es mentira. Formar parte de una gran empresa es una gran oportunidad y responsabilidad que debemos afrontar dando siempre lo mejor de nosotros mismos y no dejándonos llevar por la desidia o falta de motivación.
Nos han enseñado a no llamar mucho la atención y acatar las normas por miedo a cualquier tipo de represalia. Además son muchos los jefes que en vez de tratar de tener una relación más lineal que favorezca la comunicación, se empeñan en marcar tanto las distancias que se pierden el conocer a sus compañeros y sus grandes talentos.
Hace tiempo leí que un buen lider es aquel que sabe crear el clima que favorezca la complicidad y compromiso… pero sino lo tenemos está en nosotros mismos buscar la manera de hacernos visibles. Un mal jefe no es excusa.
Esta fue nuestra segunda noche con Jorge, el tema tuvo un gran éxito de convocatoria y estuvimos con él viernes y sábado. Cada cena fue distinta porque los invitados consiguen que los mismas temas se traten desde perspectivas diferentes y experiencias compartidas que nada tienen que ver unas con otras.
Aprendí mucho, muchisimo de todos ellos. Sobre todo me quedó claro que el protagonista del cambio somos nosotros mismos y que el miedo solo nos paraliza.
Yo que di ese paso aun me tiemblan las piernas a ratos pero la satisfacción del día a día, de haber encontrado sentido a mi trabajo no lo cambio por nada. Sé bien que podría haber conseguido sentirme mejor en mi gran empresa pero llegó antes esta gran oportunidad. Me falto en ese otro caso confianza en mi misma, identificar bien mis talentos y hablar con mi jefe de persona a persona.
Gracias a todos por otra noche fantástica. Las preciosas fotos son de Miriam, una mujer con un gran talento y sensibilidad para captar tantas emociones que vivimos juntos.
Silvia