Y aprendí que lo importante es ser feliz conciliando cada uno lo mejor que puede. Que no hay conciliaciones mejores que otras sino padres y madres que aman a sus hijos pero también a su pareja, a ellos mismos y a su trabajo. Que los hijos quieren tiempo pero sobre todo sentirse amados. Que el respeto a la forma elegida por cada uno es una parte fundamental y que los demás sólo han de encontrar en mí apoyo. Basta ya de sentirse culpable por quedarse en casa o por amar también el trabajo.
¡Hola a todos!
Lo primero disculpadme la tardanza… están siendo semanas agotadoras y reconozco que he tenido que posponer mi dedicación al blog. Si algo aprendí en la velada sobre «conciliación» fue que hay épocas en las que hay que elegir y consecuentemente renunciar a algo… y NO pasa nada. Pero empecemos por el principio…
Yo lo viví y lo disfruté como un regalo, una oportunidad de empatizar con situaciones distintas a la mía y enriquecerme con sus experiencias. La representación de invitados parecía completa: amas de casa, empresarios autónomos, cargos directivos, cargos intermedios… lo único que compartíamos era que todos somos padres y que todos queremos lo mejor para nuestros hijos.
Fue muy revelador ver como cada uno se las apañaba para conciliar vida familiar, vida laboral, vida de pareja y vida personal. Bien es cierto que concluimos que las elecciones conllevan renuncias pero todos parecíamos bastante convencidos de haber elegido bien y en cualquier caso, estábamos de acuerdo en que se puede cambiar de opinión y NO pasa nada tampoco.
En un ambiente de respeto absoluto cada uno pudo dar respuestas a las preguntas que nuestra fantástica experta nos iba planteando con el objetivo de hacernos conscientes de nuestra parte más emocional respecto a este tema.
- ¿Por qué continúa habiendo menos hombres que realizan cambios laborales o personales para poder estar más presentes en la crianza de los hijos?
- ¿Qué sientes que se pide como madre/padre trabajadora desde la sociedad?
- ¿Qué nos motivo a seguir trabajando después de tener hijos ?
- ¿Qué consideramos que nuestros hijos necesitan de nosotros?
- ¿Qué les aporto e inculco a mis hijos si trabajo fuera de casa o por el contrario me quedo?
Os animo a intentar darles respuestas… es muy revelador hacer este ejercicio con nosotros mismos y ser conscientes de cómo lo vivimos.
Yo os puedo decir que me di cuenta de que me disculpo mucho por querer hacer más cosas además de disfrutar como madre, que me chifla. Y , tras ese día, he dejado de hacerlo. Mi madre que se entregó en cuerpo y alma a nosotros, y que desde luego no se arrepiente, me anima a tener también mi tiempo personal y de pareja sin sentirme culpable por ello. Ella es de la opinión de que uno ha de ser feliz para transmitir esa felicidad a los suyos. Creo que si hay tiempo para «todo» aunque algunas veces la balanza esté más inclinado hacía un lado que hacía el otro. El equilibrio perfecto no existe y tampoco lo pretendemos. Esto lo explicaba muy bien nuestro invitado Javier Domingo (@javidedomingo) y lo recogía fenomenal Paula (@yonosoysuperwoman) en el bonito post que escribió sobre la velada y que yo ¡os comparto!
Y la conclusión más importante fue la admiración y respeto que siento hacía todas las decisiones que cada uno tome según su forma de ver las cosas porque lo más importante es hacer de verdad lo que uno quiera, con lo que se sienta a gusto y feliz. Una vez más no juzgar, alegrase de la felicidad del prójimo y ser un apoyo cuando sea necesario.
Mil gracias a nuestra experta Alejandra Luengo (@grupopuntomedio) y a Marta M, Marta H, Jaime, Javier, María, Juanjo y Paula. ¡Fue un lujazo aprender de vosotros!
Ideales las flores, las galletas de Juanjo y María de galleteando… ¡no tengo palabras!
Gracias a Alejandra por este viaje emocional y al resto de invitados por enriquecerme tantísimo con sus experiencias.
Muy agradecida,
Silvia