[ Fotografía ] Small bichitos
Fue Twitter quien nos permitió encontrarnos, me hizo una ilusión ver que me seguía que me lancé a enviarle un mensaje directo invitándola a participar como experta. Me respondió enseguida diciéndome que le había pillado justo mirando nuestro calendario en la web para ver a qué velada se apuntaba. Se me puso una sonrisa tonta y dos mensajes más tarde ya teníamos una cita para conocernos en persona y poder charlar un ratito. Este primer encuentro fue un pelín accidentado porque confundimos las horas y los días pero finalmente esa noche pudimos tomarnos juntas un chocolate calentito mientras nos quitábamos la palabra la una a la otra. Siempre recordaré este primer encuentro con muchísima ilusión. Lucía es tan simpática, risueña y normal que lo tiene todo para desear ser su amiga al cabo de un par de horas.
Por supuesto no nos despedimos sin fijar su Cena Adivina. Me parecía muy muy interesante conocer su carrera profesional contada por ella misma, saber cómo empezó, los obstáculos que encontró y cómo los superó. Las luces y las sombras de una profesión que a muchos nos parece inaccesible. Ella sentía ganas de contar cómo compagina una profesión como está con la maternidad. Desde el embarazo que llega en mitad de un rodaje en el que hay que improvisar qué hacer, hasta el post parto y las exigencias por volver a un cuerpo que ya no es el mismo. En un momento donde las mujeres cada vez nos imponemos más exigencias, más auto perfeccionismo me pareció un tema muy interesante conocer su caso particular como madre y actriz.
La lista de invitados se completó enseguida. Me hizo especial ilusión saber que un grupo de 6 fabulosas mujeres, que se habían conocido a través de un grupo de whatsap surgido por Instagram, se habían dado cita para conocerse personalmente en esta velada. Y vaya responsabilidad la mía, desee con todas mis fuerzas que lo pasaran de cine, no en vano venían de León, Canarias, Córdoba y Murcia. Fue sin duda la velada más Nacional porque también vinieron desde Burgos y desde Mallorca. Os las presentaré en Instagram que tiene proyectos preciosos.
Cuando hay gente que viene de fuera de Madrid siempre pido que les dejen sofá a ellas pero esta vez no había para todas. 🙂
Siempre me emociona ir recibiendoos en la puerta de casa pero reconozco que cuando imagino vuestra ilusión cuando venís de fuera directamente me entra un cosquilleo que mezcla ilusión y miedillo en la misma medida. Menos mal que Madrid tiene muchos más atractivos por si acaso.
Lucía es una actriz consolidada, comenzó a trabajar muy joven y la culpa de su primer papel la tuvo su hermana Rebeca. La película era «La buena vida» de David Trueba en 1996. Tiene una anécdota del proceso hasta conseguir el papel que contada por ella es tronchante, así que no me arriesgo a no hacerlo igual de bien. Os quedáis con la intriga, ¡lo siento! Quizá la recordaréis mejor por series como Al salir de clase, La República, La señora o pelis como «A los dos lados de la cama».
Yo creo que en su carrera saber elegir los proyectos es fundamental pero creo que se puede extrapolar a otras muchas. Siempre me ha parecido que los artistas tiene unas vidas especiales, bohemias, enriquecedoras, distintas… y mucho de esto tiene que ver por la cantidad de proyectos distintos en los que participan y las muchas personas que se cruzan en su camino.
Muchas veces he pensado que hay muchas aptitudes en los interpretes que nos vendrían bien a todos: autoconocimiento, seguridad en uno mismo, alta capacidad de comunicación, improvisación, adaptación, iniciativa, empatía, control de las emociones, creatividad y manejo de la frustración. Tan importante es no desmoronarse tras muchos castings fallidos, como mantener los pies en la tierra cuando brillas.
El saber reinventarse constantemente, no dar nada por supuesto y la poca estabilidad de su profesión no les permite estancarse en las tan peligrosas zonas de confort. Es sin duda una profesión de contrastes y todos estos aprendizajes que conlleva, son capacidades de las que todos deberíamos aprender para aplicar a nuestras vidas personales y profesionales.
Después de escuchar a Lucía me queda claro que en su profesión cuando te relajas y dejas de aprender estás muerta, lo que no entendemos es que esto es extrapolable a todas. Puede que sigamos allí en la silla, pero muerta la ilusión hay que replantearse las cosas y actuar.
Muchos actores tienen plan b, ese que tus padres te obligan a tener cuando decides dedicarte al mundo artístico, sin embargo yo creo que debería haber menos artistas «abogados» y más «abogados» artistas.
Desde sus primeros trabajos, su adolescencia libre y su juventud viva y disfrutona llegamos a su presente: mujer, mamá de dos y embarazada del tercero y trabajando en una serie para TVE «La sonata del silencio» que se estrenará pronto y pendiente el estreno de otra, «Apaches» en A3. Ambas basadas en una novela.
Descubrimos con ella que la noticia de «estoy embarazada» también es complicada en el cine. Si te pilla en el medio de un proyecto no les sienta muy allá, vaya cómo nos sonaba a todas ese enhorabuena contenido. Conciliar en su caso tampoco es fácil pero también tiene sus ventajas no tener horarios fijos, aunque las semanas fuera de casa pesan y mucho. Nada es perfecto pero eso es parte de la aventura de una profesión como la suya.
Fueron muchísimas las anécdotas que compartió con nosotras y nos hizo reír a carcajadas, se presentó tímida pero le duro un suspiro. Las invitadas tuvieron oportunidad de preguntar y compartir entre todas experiencias e inquietudes sobre sus profesiones, muchas de ellas artísticas también y también sobré cómo la compaginan con la maternidad y hasta nuevas maneras de crianza como nos contó María que es «mamá de día». Varias de ellas se habían reinventado y fue muy enriquecedor escuchar su historia. Como siempre salió el terrible sentimiento de culpa que no somos capaces de quitarnos cuando nos dedicamos un tiempo en exclusiva a nosotros mismas. Algunas veces una «Cena Adivina» ha coincidido con la primera salida solas que hacen tras el parto y las emociones están a flor de piel. En esta ocasión volvió a ocurrir y una vez más salió reforzada y segura de que no solo era bueno despejarse para ella misma sino también para su marido e hijo que después disfrutaban de sentirla más relajada y satisfecha. El tiempo para nosotras mismas es una necesidad y un placer que no debemos negarnos.
Me encantó escuchar tantas experiencias distintas, descubrir que las que no eran madres no entendían ese sentimiento de culpa nuestro, lo que me dio un motivo más para darme cuenta de lo ridículo que es.
Dejemos de intentar ser madres, esposas y mujeres perfectas y seamos personas felizmente imperfectas. Contribuyamos a dejar de ser entre mujeres nuestras peores enemigas. Las que quieran ir al parque que vayan, las que vayan a jugar con los niños que jueguen, las que vayan a charlar con las otras madres que lo hagan pero que la conversación no sea nunca el criticar a la que decidió ir a dedicarse un rato a sí misma.
Tengo una cena en mente que va a ser el principio del fin de este sentir tan absurdo. Y pienso invitar a mi amiga Laura, culpable de poner palabras a tantos de nuestros sentimientos como madres y quien me ha hecho reír tantas veces de mi misma viéndome reflejada en sus tips. Está haciendo un gran trabajo por todas y Lucía y yo somos fieles seguidoras suyas. De hecho creo que Lucía dio conmigo por ella. Un regalo más.
Gracias Lucía no solo eres una gran actriz sino una grandísima persona de la que aprender disfrutando muchísimo. Nos has aterrizado una profesión que muchas veces idealizamos. A mi me parece una pasada todo lo que nos hacéis sentir desde el otro lado de la pantalla y después de escucharte aún más.
Como siempre las delicias de Tamara con los productos de Carlos de Organizados.es estaban de muerte, cómo se nota cuando la materia prima llega de la granja a tu casa con tanto cariño. El vino de las Bodegas Valmiñor Ebano estaba de escándalo y gracias a Esther, que es otra pedazo de artista, tenemos estos recuerdos tan bonitos de una noche irrepetible.
Por cierto no he hecho obras en casa como muchas me habéis preguntado por las fotos. Ese suelo que parece que he puesto azulejo hidráulico en mitad del salón es una alfombra. ¿Cómo se os queda el cuerpo? sino me creéis pasaros por Hidraulik para terminar de flipar y llamar a Eloy que no puede ser más majo.
Gracias hasta el infinito por veniros desde tantos puntos de España a aprender de una forma distinta. Entre todos, riendo, compartiendo y emocionándonos juntos. Creo que nos ayudamos mucho entre nosotros y eso solo es posible por la gran generosidad de quienes os animáis a subir al 7º.
Deseando veros por aquí de nuevo,
Silvia