Si en enero de 2014 cuando comencé con Cenas Adivina me hubieran dicho que iba a venir a cenar a nuestra casa la directora adjunta de ikea me hubiera partido de risa. Mi respuesta habría sido literalmente, «sí ya, ¡y el rey!».
Yo soy una fan de ikea, un sábado paseando por sus pasillos sin saltarme ninguno o una tarde de sofá con el nuevo catálogo imaginando mil ambientes distintos es el planazo. Desde que compramos nuestra primera casa, IKEA me ha permitido soñar despierta. Colecciono todos los catálogos (menos el 2009…) y me parece una empresa que hace accesible que todos tengamos una casa acogedora, funcional y bonita.
Cuando Belén Frau, ex directora de Ikea España y actual directora de Ikea Italia, respondió a mi inocente mensaje con un mail tan cariñoso en el que me decía que le encantaba mi proyecto casi muero de la emoción. Aun no he conseguido conocer a Belén personalmente pero estoy deseando. Quiero agradecerle una vez más que me pusiera en contacto con Antonella, con quien sintonice desde el primer segundo en aquella comida maravillosa allá por junio.
Y así conocí a Antonella. para los que no supierais cómo fue esta historia, y aquí comienza mi post de una noche maravillosa. Es un poco largo pero hay premio para las que leáis hasta el final. Un vídeo maravilloso de Esther, todo un descubrimiento.
Siempre he pensado que lo mejor de tener éxito debe ser la capacidad que te da para poder ayudar a otros. Cuando conocí a Antonella supe que ella encarnaba a la perfección esta idea. Su máxima es dar la oportunidad a sus colaboradores de dedicarse a aquello que más les apasiona que casi en un 100% es lo que mejor se les da. Esto además no solo es bueno para ellos, sino también para la empresa.
Antonella es una líder consciente del impacto que tiene en su gente la manera de tratarlos. A mi que la jefa me pregunte cómo estoy, que se preocupe por saber mi opinión sobre algo o me felicite por un buen trabajo me da alas. Tiene un efecto motivador que provoca el querer superarme de forma instantánea, y si me lo dice en viernes me ha alegrado el fin de semana!
Antonella no escatima en cumplidos entre su gente. Es una cuestión de empatía, «los jefes somos gestores de emociones con las mismas necesidades que las personas que colaboran con nosotros». Ella recuerda con cariño y gran valor cuando un compañero la felicito después de una presentación, todos necesitamos una palmadita en la espalda y la soledad del jefe es también una realidad. No nos posicionemos como inferiores nosotros mismos y establezcamos esa relación que no es respeto sino miedo.
Yo no soy jefa de nada pero tampoco me guardo nunca un comentario u opinión sincera que sea positiva. Hacer conscientes a las personas de mi alrededor de sus talentos me chifla.
Ikea estuvo muy presente en la conversación y fue muy divertido conocer curiosidades de esta empresa que todos los que allí estábamos admiramos mucho. ¿Sabías que para poder tener precios tan accesibles tienen la política de no gastar en nada que no sea imprescindible? por ejemplo, no pintan nunca las partes de detrás de las estanterías y con ese ahorro pueden tener precios más bajos. Tampoco tienen problema en retirar productos que no pasen su estándar de calidad y seguridad por mucho éxito que tengan.
El premio a la fan número 1 se lo llevó nuestra querida y admirada Paloma de @7paresdekatiuscas, a mí me dejó impactada, se sabe esos nombres tan raros y en qué hoja del catálogo aparecen. Además confeso que en ningún sitio es tan bien recibida ¡con sus ocho hijos! Creo que Antonella se fue sopesando si hacerla imagen familiar de la marca. Estoy segura de que sería un éxito.
También la vi pensarse una colaboración con María Gallay de @organizacióndelorden, porque juntas conseguirían un servicio integral y personalizado. ¿Os imagináis que alguien va a tu casa, escucha tus necesidades y la convierte en un lugar donde todo está pensado para que la disfrutes al máximo?, para mi sería un sueño. Para María, Ikea es su proveedor número 1, pasa más tiempo allí que en su casa. Ojalá queden a tomar ese café en el restaurante de la tienda de San Sebastian de los Reyes y nos sorprendan con un servicio que haga la vida más bonita y sencilla. Ya sabéis que para mi el orden, la funcionalidad y la decoración es felicidad.
Bueno, y después de liarlas a las tres, concluyo que si abundaran personas como Antonella en puestos de responsabilidad, las empresas serían más rentables pero sobre todo más humanas. Un jefe ha de ser un líder, un descubridor de talentos, un agente motivador y una persona inteligente que sabe que no hay trabajo pequeño. El valor de las organizaciones está en las personas que trabajan en ella: darles oportunidades de demostrar su valía, confiar en ellos y darles autonomía y libertad para solucionar problemas. Antonella insiste en que cuando a ella le llegan con que hay un problema les pide que antes de comunicárselo vengan con un par de posibles soluciones, es una oportunidad de aprender, de demostrar, de crecer. ¡Qué gran verdad! hay que saber hacerse valer.
Todas las invitadas que asistieron enriquecieron muchísimo la conversación, fue una gozada escuchar tantas experiencias personales. Algunas de ellas me hicieron replantearme algunas cosas que creo que pondré en práctica pronto.
Gracias de todo corazón Antonella por interesarte por este proyecto tan humilde, por no escatimar en palabras bonitas hacía él y por hacerme sentir que mis Cenas aportan valor a los que asisten. Necesitaba como el comer encontrar mi don y tu me has hecho sentir talentosa y segura de haber encontrado mi camino. Uno, en el que demostrar el talento que todos tenemos y compartirlo, es mi principal objetivo.
Me decías, aquel día comiendo juntas, que querías participar en una de mis veladas a nivel personal porque te encantaría poder ayudar a otros a vivir de su pasión, a lograr una mayor confianza en sí mismos… ¿te acuerdas? Creo que lo conseguiste, dudo mucho que tu mensaje no haya calado en todas las que te escuchamos. He aquí dos pruebas de ello en los pots que han escrito Cristina y María. Millones de gracias a las dos, me habéis emocionado mucho.
Me queda claro que hay que provocar los cambios, que hemos de ser nuestros mejores fans y no solo nuestros mayores críticos. Que poder decir «no» es un derecho legítimo, muchas veces por no decepcionar a los demás nos decepcionamos a nosotros mismos. No dejemos nunca de escuchar nuestras necesidades ni de preguntarnos si esto que hacemos nos apasiona.
Las mujeres, a no ser que sea por elección personal, tenemos mucho que aportar como profesionales. Ganemos confianza y hagámonos valer empezando por creérnoslo nosotras mismas. Y sobre todas las cosas, respetémonos unas a otras, para mí todas las elecciones son acertadas y admirables mientras hayan sido libres.
En esta cena descubrí a Esther, ¡qué gran mujer! sus fotos hablan por si mismas pero en persona quieres coincidir con ella todo lo posible. Tiene la capacidad de hacerte reír con ese acento de Jaén tan genial y sientes como si la conocieras de siempre. Me hizo un regalo maravilloso que me llegó al alma.. un vídeo que hizo de estrangis y que me encanta. Un millón de gracias por ser como eres, me siento muy afortunada. Siendo amiga de mi querida Mariu no podía ser de otra forma, ellas son las creadoras del proyecto mírame mamá que es maravilloso.
También quiero presumir de mi amiga Isabel, creadora de este pan de semilla de amapola que hace ella artesanalmente. Acepta encargos así que no dejéis de probarlo porque les da un toque sofisticado y está buenísimo. Y de precio GENIAL.
Y otra vez gracias a TODAS ¡por una noche mágica! ¿Antonella cuándo regresas? porque por mucho que me haya esforzado nada es comparable con escucharte. Y si, tienes razón el «es qué..» es «esqueroso», dejémonos de excusas.
Fortalecida,
Silvia
