[ Fotografía ] Silvia Plettenberg
Conozco a María desde que yo tenía unos 15 años, fue la primera «novia» que ví en mi vida y en ese instante supe que quería casarme jajaja.
Desde ese momento nos habremos visto unas cuantas veces en eventos familiares, pero nunca hablamos demasiado. Las rrss y los años nos han acercado y me ha permitido descubrirla en toda su autenticidad y plenitud.
Este es un ejemplo claro de que muchas veces no conocemos todo lo que podemos aprender de nuestras personas más cercanas. Hay que saber crear el clima adecuado e interesarse en preguntar, escuchar con atención e intercambiar opiniones sobre distintos temas. Huyamos de las conversaciones típicas y superficiales, a todos nos gusta que se interesen por nosotros y es increíble lo que se aprende de todo el mundo.
Descubrí la web de María a través de una de mis primas pequeñas y me enganché a sus video entrevistas, a sus videos consejos y a sus artículos. Es una oportunidad increíble para conocer personas interesantísimas y para reflexionar sobre la importancia del bienestar en nuestro desarrollo personal. Y no sé cómo me entrevistó a mi también entre tanto bueno!
María no adoctrina solo te cuenta todo lo que ella va aprendiendo y descubriendo en su propio camino hacía el bienestar pleno. En sus 50 años (increíbles 50 años!!) ha pasado por varios procesos de cambio reinventándose a sí misma en cada etapa.
Esperaba con ganas esta cena, cuando descubro personas que me suman siento el irrefrenable deseo de compartirlas con todo el mundo.
María llegó un poco antes de la hora y nos pilló a Tamara y a mi en pleno apogeo. Se arremango y nos echo un cable para dar los últimos toques mientras charlábamos y nos tomábamos un vino rico de la bodega Valmiñor Ebano.
A las 21,30h fueron llegando los invitados atraídos por conocer a María y saber más sobre cómo conseguir un vida más saludable, plena y consciente.
Todos ellos traían sus propias historias personales, inquietudes y preocupaciones. De todas aprendimos, con muchas me sentí identificada y con algunas me parecía escuchar el guión de una novela. Increíbles.
Como bien decía María no hay formulas mágicas para nadie, todos somos nuestra historia y nuestras circunstancias. Cada uno esta en una etapa vital distinta y ha llegado hasta allí por un camino propio de decisiones diarias.
Cada uno elige el momento pero la realidad es que tener buenos hábitos es un regalo que podemos hacer a nuestros hijos. Hablamos de la importancia de aprender idiomas cuanto antes porque así les resulta más fácil, y además lo vemos como un seguro de vida. Imaginaos entonces unas costumbres que les proporcionen un bienestar físico y mental.
Pasaran por muchas etapas en la vida y cada una de ellas heredará lo que nos hayamos cuidado en las anteriores.
Sentirnos a gusto con nosotros mismos, ser conscientes de lo que comemos y cómo lo hacemos, movernos, encontrar tiempo para reflexionar, para conocernos y dedicar tiempo a las actividades que nos hacen felices es un buen camino.
Me hubiera gustado empezar antes pero todos los momentos son buenos para empezar a cuidarnos mejor y querernos más para nosotros mismos y para los demás.
Dedicarnos tiempo hará que seamos personas que suman a los demás. Ser una sacrificada abnegada no es positivo ni para ti ni para los que te rodean. No confundamos egoísmo con querernos al menos igual que a ellos.
Yo me he dado cuenta de que el ejemplo funciona bien para inculcárselo a nuestros hijos, así que todo apunta a empezar cuanto antes.
María nos hizo disfrutar muchísimo y la verdad es que fue divertido y enriquecedor hacerlo juntos.
Estas son las reflexiones que me ha regalado para compartirlas con todos vosotros:
¿Qué es el bienestar?
Para mí es gozar de vitalidad y serenidad o paz mental. Es decir, tener energía y salud (en el amplio sentido de la palabra) y estar satisfecho con tu vida personal y profesional. Es encontrar la armonía en todas tus facetas: física, mental, emocional, social y espiritual. Para alcanzarlo hay que analizar nuestros hábitos: cómo usamos nuestro cuerpo, qué pensamientos y patrones mentales tenemos, cómo manejamos el estrés y las emociones, en qué ambiente vivimos, cómo nos nutrimos y qué relación tenemos con nosotros mismos y con los demás.
¿Cómo aumentamos la vitalidad?
Todo se trata de energía, la fuerza de la vida. Lo que en India llaman prana, en china chi y en Japón ki. Hay más energía que materia: un átomo se compone de un 99,99999% de energía y el poquito que queda de materia física. A mayor energía, mayor vitalidad, ¿verdad?. Nacemos con las baterías cargadas a tope, sólo hace falta mirar a un niño y ver cómo rebosa de energía. 5 minutos haciendo lo que hace un niño de 3 años y acabamos fulminados. Bueno pues volviendo a la energía, os acordáis del anuncio del ¿conejito de las pilas? … Tenemos una cantidad de energía que debemos administrar y reponer. A medida que va bajando el nivel de energía, el organismo pierde vitalidad y se vuelve más vulnerable a la enfermedad. A menor energía, mayor desorden.
¿Qué nos puede estar quitando energía?
¡LAS TOXINAS! Producidas por el estrés. El estrés es el protagonista número uno del bienestar. El manejo del estrés es lo que nos da mayor bienestar.
Las toxinas:
- de los productos químicos tóxicos: metales pesados, productos de limpieza, fármacos, pinturas, pesticidas, aditivos alimentarios, tabaco, el alcohol…
- productos de desecho del propio metabolismo
Pero también…
- Telebasura
- Críticas y cotilleos
- Compañías negativas y
relaciones tóxicas - Acumular cosas y el desorden
- La vida sedentaria
- El exceso de trabajo
Entonces, ¿cómo reponemos?
- La alimentación, no sólo comida sino con todo lo que nos nutre. El agua: transporta la energía a las células, elimina los desechos, nos nutre: es el nutriente de todos los nutrientes. ¿Sabes que el 70% del planeta y de nuestro cuerpo y que más del 70% de nuestras células es agua? ¡Hasta los huesos están hechos de un 40% de agua!Gran parte del oxígeno viene del agua) 70% de agua, nosotros, el planeta y nuestras AGUA DE CALIDAD de arroyo, la luz solar, para regular nuestro organismo, el aire a través de la respiración. A través de la naturaleza.
- El ejercicio (de acuerdo a tu condición).
- El descanso/el sueño.
- La meditación y práctica de la atención plena, lo que hoy se ha puesto de moda, el mindfulness.
Y nos dieron las tantas, otorgando a nuestro bienestar el lugar que merece en nuestra escala de prioridades.
Gracias a todos y especialmente a María por compartir todo lo que ha aprendido en su camino recorrido hasta aquí. No dejéis de visitar su web y recordad que como health coach está a vuestra disposición.
Mil gracias también a Silvia por estas fotos llenas de emociones.
Y tú, ¿qué opinas?
Con mucho cariño,
Silvia