[ Fotografía ] Olga @martinybiel
[ Post ] Rosa de www.blogsandroses.com
Y volvimos a Barcelona con tantas ganas como la primera vez. Con el coche lleno hasta los topes de ilusión y cosas ricas y bonitas. Una mezcla de nervios que nos provocaba risitas a cada rato y un viaje en el que disfrutamos desde el primer segundo hasta el último.
Detrás de una Cena Adivina hay muchas personas que me ayudan a que todo sea tan especial. Mi familia, mi Tamara, mis amigas fotógrafas, nuestros colaboradores Organizados.es y La Rioja Alta SA. Pero además cuando son On the Road hay una persona muy especial, y un poco loca como yo, que nos acoge en su salón para que las Cenas Adivina sigan pudiendo mantener su esencia original en el calor de un hogar.
En esta ocasión fue mi querida Nuria @thelegalhat quien nos esperaba con las puertas abiertas de par en par. Dulce, buena, amable, nos lo puso fácil desde el primer segundo y nos hizo sentir parte de su familia de una forma increíble. Se me quedan cortas las palabras para agradecer tanto cariño. Nuria es una persona increíble llena de inquietudes, es uno de los almas de la gran iniciativa Blogs & Cava que acaban de cumplir 1 añito (muchas felicidades chicas!!) y también está detrás de la nueva marca de bolsos hechos de forma artesanal Bachi Barcelona. Es increíble su capacidad para reinventarse continuamente y estar siempre abierta a nuevos proyectos. Es una gran inspiración.
Nuestra Experta en Barcelona fue Montse Pujada, una mujer increíble que apasiona escucharla. Se reinventó varias veces y la última fue al ser mamá de su primera hija . Cómo ella misma explica en su blog «gracias a esa experiencia, y a todos sus conocimientos como coach ha diseñado un proceso de reinvención profesional para que nosotros también podamos adaptar nuestra vida profesional a la personal y familiar.» Fue una noche muy especial, escuchar tantas historias de nuestros queridos invitados y dejarnos guiar por Montse fue una pasada. Si a eso le sumamos la preciosa música de Patricio con la voz de Sara Rocher decir magia me suena a poco. La piel de gallina de lo mucho que emociona escucharla cantar.
MENÚ Cookita & Organizados
- Tabla de quesos
- Tartaletas de humus
- Bocadillos de ensalada Cesar
- Crujientes de aguacate
- Tarta de remolacha y queso de cabra
- Delicias de merluza con alioli de piquillos
- Lomo caramelizado con cerveza
- Carrot Cake
Le pedí a Rosa, una de nuestras invitadas esta noche, que escribiera ella el post compartiendo sus impresiones y experiencia. Rosa me pareció una persona muy especial con gran sensibilidad y le estoy muy agradecida de haber podido contar con su ayuda para narraros una noche inolvidable. Las fotos que acompañan al texto son de Olga que captó todas nuestras emociones y describen mucho por si mismas y es que ella es de esas personas con mirada cristalina y gran talento. La combinación de ambas es perfecta. Gracias a las dos por vuestra gran ayuda.
“Qué cada uno encuentre lo que necesite en esta cena”. Desde que salí de casa de Nuria de The Legal Hat, la anfitriona de la segunda Cena Adivina celebrada en Barcelona, tenía claro cómo iba a empezar este post. Son las palabras con las que Montse Pujada, la ponente de la noche, nos invitó a todos los asistentes a formar parte activa de la velada. Y desde entonces sueño cada noche con las 26 #historiasbonitas que allí cobraron forma.
Pero empecemos por el principio. Creo que hablo en nombre de todos los asistentes cuando digo que los nervios empezaron ya unos días antes. Asistir a una de las cenas que organiza Silvia es todo un privilegio, pero para los que no somos de Madrid nos queda un poco lejos. Por eso, cuando anunció que se celebraría la segunda Cena Adivina On the Road en Barcelona, las entradas duraron un suspiro.
A las nueve y media la casa de Nuria se fue llenando de gente. Muchos llegaban de dos en dos, muchos llegaban solos. Pero todos llegábamos con muchas expectativas e infinitas ganas de aprender.
Me sorprendieron dos cosas en el momento de entrar: la decoración y la facilidad innata de Silvia para ejercer de anfitriona. Había mimosa y eucalipto en cada rincón (mis favoritos), la mesa estaba parada con las exquisiteces que preparó Tamara de Cookita (¡qué maravilla!) y la disposición de los asientos en círculo ya indicaba que todos íbamos a compartir el protagonismo de la conversación. Fue saludarnos Silvia, con su cercanía y su simpatía, y los nervios iniciales desaparecieron. Es como si llevara en la sangre esto de recibir invitados. No exagero cuando digo que es la anfitriona perfecta.
Como buena ama de ceremonias, Silvia abrió la velada. Nos explicó la #historiabonita de Cenas Adivina, nos explicó cómo transcurriría la noche y nos hizo partícipes desde el primer momento de lo que allí íbamos a vivir. Puedo decir que nos atrapó con sus palabras y, en aquel momento, creo que todos nos relajamos y nos preparamos para disfrutar. Cenas Adivina va de eso, de dejarse llevar, de emocionarse, de escuchar, de compartir, de inspirarse, de aprender de los demás y también de uno mismo.
Como os decía, la ponente escogida para esta ocasión fue la admirada Montse Pujada que venía a hablar de cómo reinventarse. Si le seguís por las redes sociales sabréis que Montse tiene el don de la emoción (y sino no os perdáis su cuenta de Instagram aquí). Sus reflexiones, sus consejos, su manera sutil de alentarnos en cada palabra y su sonrisa nos emocionaron. Habló poco. Tenía claro que quería escuchar nuestras historias. “Tenemos que escuchar más. Reinventarse no es un camino fácil. En él se esconde un proceso de autoconocimiento muy profundo y, a veces, doloroso. Pero es necesario para avanzar”.
Y le tomamos la palabra. Una tras otra, nuestras historias se sucedían y, en cada una de ellas, encontramos algo con lo que sentirnos identificados, algo estimulante de lo que tomar nota. Y aprendimos que la reinvención no entiende ni de edades, ni de géneros, ni de horarios, ni de normas, ni de miedos. Montse nos decía “reinventarse no pasa solo por emprender, hace falta cuidar la energía, encontrar espacios con uno mismo y regalárnoslos”. ¡Cuánta razón tenía!
Hay quien se reinventa después de su jornada laboral, como la arquitecta que, a partir de las nueve de la noche y tras acostar a sus hijos, se convierte en diseñadora de moda infantil, o la técnica de seguros que, hace poco, ha descubierto que cantando se convierte en otra persona. Hay quien sabe esperar para ejercer su verdadera pasión, como la trabajadora de una escuela y ama de casa a la que se le ilumina la cara al hablar de su nuevo trabajo, la decoración y la restauración de muebles.
Hay valientes emprendedores que se lanzan a la aventura, porqué el simple hecho de haberla vivido les llena mucho más que seguir en la zona de confort, como la farmacéutica que cambió la bata por el croché, la empresaria que dejó atrás su escuela de cocina para crear bolsos con mensajes o la peluquera que, al no poder conciliar, encontró en la artesanía su trabajo ideal.
Hay quien trabaja para vivir (y no vive para trabajar) y se reinventa al final de cada etapa, porqué lo necesita como el aire que respira, como el cocinero que tras toda una vida detrás de los fogones organiza cenas con clases de cocina incluidas. Hay quienes se dividen entre el amor por su trabajo y el no querer vivir a la sombra de sus propios valores, siendo peones en una gran empresa y jugando con unas reglas que les son impuestas, pero con la ilusión de reinventarse intacta.
También hay las aves fénix, que se reinventan cuando quizás nadie apostaba por ellas, y después de un despido, una enfermedad, un fallecimiento de un familiar, un divorcio o un cambio de país, despliegan las alas para volver a encontrar su camino. O los que heredan de empresas familiares, que lejos de querer apoltronarse necesitan nuevos retos para seguir creciendo y mejorando. O los que tienen un trabajo y una estabilidad económica, pero también una voz interior que les empuja a la reinvención, sea de la forma que sea.
Por último, están los emprendedores natos, aquellos que, desde siempre, han sabido buscarse la vida y a los que los contratos fijos no les producen tranquilidad como al resto de los mortales, sino más bien lo contrario. Como, por ejemplo, la inspiradora Gemma Fillol, experta en comunicación y marketing y alma mater de Extraordinaria, la comunidad de mujeres emprendedoras que quieren vivir de su talento. O Anna Hernando, que dejó una buena posición en una buena empresa para crear su agencia de comunicación, Comunique Studio, y que, junto con la anfitriona, Nuria Ramírez, y tres socias más, organizan los mejores eventos de Barcelona en Blogsandcava.
A medida que pasaba la noche y las historias se mezclaban con el debate, ocurrió una cosa curiosa: cada uno de nosotros fue creyendo un poco más en su discurso, hasta sentirse orgulloso con sus decisiones, con su experiencia, con su historia. Porqué, a veces, necesitamos ver en los demás que de los errores también se aprende.
Sara Rocher (podéis oírla cantar en su Instagram aquí) amenizó la velada, acompañada por Patricio a la guitarra, cantando la canción “All of me” de John Legend. Y con esa sensibilidad latente en el ambiente, los que entramos un poco temerosos de si íbamos a estar a la altura de la situación, nos fuimos de allí con la cabeza bien alta. Por lo conseguido hasta el momento, pero sobretodo, por haber abierto la puerta a este plan b que se llama reinvención (creo que la música de Sara ayudó a conseguir la magia).
Todos nos llevamos este sentimiento de confianza a casa y también un propósito: cada vez que la incerteza haga acto de presencia, miraremos atrás y volveremos a sentir la fuerza y la energía que esa noche todos los presentes convocamos. “Hay una cosa muy bonita que es la ilusión”, dijo Silvia. “Y hay que darle vida, pero con cabeza y con tranquilidad”.
¡Por muchas más Cenas Adivinas! Gracias Silvia. Y también gracias a Nuria, por acogernos en tu casa; a Montse, por guiarnos en este viaje; a Tamara por deleitarnos con tu comida; a Sara, por amenizar la velada, y a Olga, por estas maravillosas fotos que ilustran tan bien la magia de la cena. Y a todos los asistentes por hacer de la segunda edición de Cenas Adivina en Barcelona todo un éxito.
Ay Rosa, cuánto más te leo más me emocionan tus palabras! Ojalá estas Cenas me duren tanto como para poder compartirlas con mis hijos de principio a fin. Están deseando quedarse de invitados y yo os quiero agradecer con mayúsculas a todos los que vinisteis con tanta ilusión y generosidad. Aprendí de todas vuestras historias y me llevé un trocito de cada una de ellas. En especial quiero agradecer a Ángela y Casimiro su viaje desde Alicante por haber formado parte de su escapada romántica. Fue un placer increíble conoceros a todos! GRACIAS una vez más por tanto!
Al día siguiente Tarin, a quien conocimos en la velada con el encantador Rodolfo Mcartney, nos invitó a conocer su preciosa CAN RIBAS y no solo quedamos maravilladas por lo preciosa que es sino sobretodo por cómo nos trataron.. madre mía que majos, acogedores, cariñosos.. una auténtica pasada. Recuerdo estar sentada en una zona del precioso césped admirando la vista junto a Tamara y decirle: «Madre mía amiga, en verdad nos merecemos esto?». Ay cuando me vuelva a casar creo que lo tendré que hacer en Barcelona en este sitio tan idílico y sino al menos una CENA ADIVINA, verdad Tarin?? GRACIAS una vez más y me parecen pocas!
En el viaje de vuelta íbamos Tamara y yo charlando de todo lo que habíamos vivido y la sonrisa no podía desaparecer de nuestra cara a pesar del cansancio. Si lo piensas hay estamos siempre reinventandonos, buscando cómo mejorar las cosas pero siempre siendo felices por el camino. Tenemos mucha mucha suerte y hay que compartirla con los demás y dar mucho mucho las GRACIAS.
[ Deco ] Sostrene Grene, Ikea
[ Catering ] Cookita
[ Productos] Organizados
[ Bodega ] La Rioja Alta SA
2 comentarios
Qué maravilla de cena! Y qué palabras tan bonitas y ciertas para expresar la esencia de una Cenadivina. Gracias Rosa y Silvia por compartirlo.
Abrazos
Gracias por tus palabras Isabel. Formar parte de Cenas Adivina debería ser una «must» en nuestra lista de cosas que hacer en la vida, después de escribir un libro y plantar un árbol 🙂 Se lo recomiendo a todo el mundo. Como dice Silvia, que mejor manera de aprender que disfrutando.