[ Fotografía ] Sara Blanco
Kina lo cierto es que ENAMORAS. Es tal tu simpatía, entusiasmo y pasión por todo lo que haces que vas contagiándolo con todo los que tenemos la suerte de tropezarnos contigo. Gracias, gracias de las de verdad por tu generosidad, el arte después de escucharte tiene para mi un valor que va mucho más allá del movimiento que representa.
Esta fue nuestra segunda velada sobre «cómo disfrutar del arte contemporáneo» y mientras en la primera cena casi todas teníamos un nivel de «principiantes», en esta ocasión todos los que véis en la foto sabían muchísimo y sentían la misma pasión que Kina.
Fue para Íñigo y para mi una pasada poder escucharles a todos, sin duda un master class en toda regla. Nos los llevaríamos de guías a todos. Reconozco, que tal era el nivel, que a veces me perdía un poco pero me entusiasmo verles debatir, compartir y disfrutar aprendiendo juntos.
Nos reímos muchísimo, el marido de Kina que es tan genial como ella, y algunos de los invitados no solo sabían mucho sino que eran super divertidos.
Kina ha compartido conmigo estas claves a modo de resumen;
- La belleza no es objetiva, es subjetiva (Kant). Hasta el siglo XVIII no se rompe con esta idea platónica.
- Los artistas contemporáneos comunican a través de sus obras su yo más íntimo. (Kandinsky: pinto lo que siento no lo que veo).
- Los artistas no imitan la naturaleza, crean algo nuevo que no existe…
- Los artistas contemporáneos comunican, a través de su arte, valores universales.
No olvidemos que al final el arte hay que disfrutarlo y esto se reduce a si te gusta o no te gusta esa obra. Recuerda la frase de Chillida sobre el Peine del viento: «Disfrutad libremente de mi obra, del mismo modo que yo fui libre al crearla» o Kandinsky: «El arte no tiene porqué tener ningún significado concreto. Sólo hay que disfrutar de él».
Y mientras aprendíamos muchísimo Tamara nos deleitaba con estas exquisiteces hechas con ingredientes de organizados.es y unos wraps de Missión wraps que estaban buenísimos. Su tarta de chocolate voló, espectacular es poco.
Y el vino de las bodegas Valmiñor Ebano encandiló como siempre hasta la ¡última gota!
Todas estas fotos tan chulas son de Sara Blanco, una invitada genial que esta vez se vino de fotógrafa y nos dejó estos recuerdos de una noche de lo más artística y apasionada. Gracias Sara, eres la pera!
Con cariño,
Silvia