[ Fotografía ] Eva Gascón
Y llegó Raúl y por un momento parecía que el invitado fuera una estrella del rock, por el entusiasmo de los invitados que se declaraban uno a uno fanes de la ilusión y amor por su trabajo que desprende por las redes.
Todos los que estábamos allí queríamos evitar contribuir a matar la creatividad de nuestros hijos. Dicen que cuando un juguete hace pocas cosas la mente del niño hace muchas más. No guiarles tanto en cómo se debe pintar, cómo se debe jugar… hace que ellos mismos te sorprendan por cómo libre y creativamente han decidido hacerlo. Cuidado con los ejemplos porque muchas veces bloquean y ya no aparecen nuevas ideas.
El otro día hice un curso de «iniciación a la programación» en mi trabajo y nos contaron este caso: un profe preguntó a sus alumnos como solucionarían en problema de un niño sordo que no sabía cuándo llamaban a la puerta. A punto estuvo de ponerles de ejemplo que se encendiera una luz pero se calló. Uno de los alumnos contesto «que le vibre el móvil». Simplemente brillante.
La realidad es que ellos han nacido con la tecnología y sus soluciones son más modernas. No vayamos a frenarles proponiéndoles las ideas que ya conocemos.
Cuando le preguntamos a Raúl porque abrió su cuenta de Instagram no dudo en responder que provenía de una cierta rebeldía. Quería demostrar que las cosas se pueden hacer de otra forma, y vaya si lo está haciendo. Cada vez somos más los seguidores en su cuenta. Vemos en él una oportunidad de darles otra educación a nuestros hijos.
¿Le damos de verdad valor a la educación de 3 a 6 años? ¿Realmente somos conscientes del valor de los aprendizajes en este tiempo?
Raúl decía «No hagamos de infantil una pre-primaria sino de primaria una continuación de infantil». ¿Por qué de pronto todo se pone serio y limitante? ¿No es posible aprender siguiendo el mismo método del descubrimiento, despertando su curiosidad y manteniéndoles la ilusión?
Sus alumnos hacen un dibujo todos los lunes, uno libre donde dejan al descubierto sus preocupaciones, sus emociones, su alegría o tristeza. Es un buen medio para poder dar al niño lo que necesita o alertar de una preocupación a sus familias. Él los archiva con la fecha y después puede compartir su evolución con los padres.
Raúl no da ejemplos sino que estimula la creatividad, hay niños que tardan más en soltarse y otros menos. Hay que darles su tiempo y espacio a cada uno de ellos. Cree en la motivación pero no en el aplauso constante sino en el que premia un esfuerzo, una idea, un logro a nivel individual teniendo en cuenta cómo son cada uno de ellos. Para eso hay que conocer muy bien a cada uno.
¿Hay que dejar que se aburran? ¿Qué jueguen solos? creo recordar que acordamos que el sentido común es el mejor consejero. Hay niños que necesitan que se les inicie el juego y otros cuya imaginación se desborda desde el primer segundo. Nada es mejor ni peor. Solo diferente.
La prioridad de este profesor apasionado, es que sus niños vengan felices al cole. Ha visto casos en los que sufrían por no llegar a cumplir los objetivos, que eran catalogados y agobiados por los padres porque no lo hacían todo perfecto o como se suponía que debían hacerlo para su edad… Es curioso pero en las notas de infantil lo único que para mí tiene de verdad valor es la nota del profesor. La que escribe a mano contándote lo feliz que es el niño en el cole, lo que ayuda a sus compis y lo mucho que quiere a la profe. Sin embargo miramos con lupa si ha cumplido con creces todos los objetivos, no vaya a ser que no sepa todavía abrocharse los botones del baby.
Raúl ha conseguido implicar a las familias, contagiar su entusiasmo a sus compañeros y hasta a la dirección del cole. El secreto es evidente: los padres se siente afortunados de que él sea el profe de sus hijos.
Alguien pregunto durante la cena ¿qué pregunta harías a los centros para elegir uno de ellos? » y Raúl no se lo pensó: ¿Puedo venir cuando quiera a ver a mi hijo?». Servido el debate… añadió «seria el padre más pesado y no por desconfianza sino por información».
Tratamos muchísimos temas y desde muchos puntos de vista distintos. Profesores, padres, estudiantes de educación infantil.. fue una maravilla poder compartir tantas experiencias y opiniones.
Ana y Elena, dos profes geniales y comprometidas nos dejaron claro que lo único que realmente provocará que las cosas cambien seremos nosotros como padres. Como bien dicen ellas:
«Hay que hacerse oír: lo bueno y lo malo, y que los que tienen poder de decision se den cuenta que hay propuestas como las de Raul, que funcionan y que son respetuosas y sensibles con los niños. Como ya os dijimos las quejas a la salida del cole o en el grupito de whatsapp no llevan a ningún cambio significativo, no existen para la administración educativa, así que os paso la dirección de la Consejería de Educación de Madrid Capital es la Calle Vitruvio 2, 28071, y la dirección de Inspección Educativa es la Calle Isaac Peral 23 28040. Os animo a ser críticos con todos nosotros, los profes, los coles, los equipos directivos… a exigir que vuestros hijos reciban una educación de calidad, adaptada a sus necesidades e intereses, que fomente el trabajo en equipo, la empatía, la curiosidad…».
Le pedí también a Raúl que compartiera sus sensaciones tras la velada.
«Ha sido una experiencia genial. El hecho de compartir experiencias dentro de tu ámbito y que entiendas lo que quieras decir acerca de la educación no tiene precio. Cuando un trabajo es admirado y valorado de la forma en la que me lo hicieron llegar, es una gran dosis de fuerza y energía para seguir luchando por el cambio que hace falta en el sistema educativo».
En el salón de Silvia se crea una especie de magia en la que pasan las horas y no te das cuenta. Poder aprender unos de otros , de compañeros de profesión, amigos y conocidos del mundo 2.0, compartir ideas y sentirte comprendido y encontrar a gente tan volcada en lo mismo que tú, no tiene precio.
Muchas gracias a todos por la gran velada que me hicisteis pasar y muchas gracias Silvia por dejarme vivir esta experiencia tan bonita».
Gracias de corazón querido Raúl, os aseguro que la magia la ponéis vosotros con vuestra generosidad, sonrisa e ilusión cada noche. Eva tus fotos me dejan sin palabras, gracias mil veces y también a mi equipazo, sois la pera y yo una afortunada total!
Silvia