Espontánea, vivaracha, alegre. Su compañía siempre es un plus. Recuerdo que el primer día que nos conocimos se le cayó una copa de vino y la pobre lo pasó fatal. Lo que nos pudimos reír, yo entonces no sabía ni que hacia fotos y después me dejo estupefacta cuando se vino de fotógrafa la primera vez. Qué pasada! Se estreno en una velada de arte con Kina Jaraices y me encanta recordar esa noche tan especial gracias a sus preciosas fotos.