Beatriz no sabe el talento que tiene y ese es parte de su encanto. Me emociona su admiración por los demás, no se calla un piropo y con ella te sientes siempre mimado, valorado y querido. La realidad es que sus fotos emocionan, destilan chispazos y esa actitud de constante aprendiz que tiene hará que mejoren hasta límites insospechados que yo no me quiero perder. Con esa energía que gasta nos va a dejar locos.