Durante mis primeras 50 veladas, la thermomix, youtube y mi entusiasmo me permitieron hacer mis pinitos en la cocina. La verdad es no sabía que me gustaba cocinar hasta que me embarqué en esta aventura. Me encantaba pensar en el menú, ver muchos vídeos en Internet y enfrentarme al reto de preparar platos ricos y bien presentados para cuidar a nuestros invitados.
Afortunadamente Tamara entró en mi vida justo cuando me flaqueaban las fuerzas para seguir haciéndolo yo sola y gracias a ella, no solo cenamos maravillosamente, sino que además yo disfruto más. En su compañía todo es fácil y divertido.
Ahora que Tamara se ha ido a vivir al campo y que ya no puedo contar con ella para todas las veladas, he tenido la suerte de ir conociendo otras personas maravillosas con caterings increíbles que nos ayudan a seguir mimando a nuestros invitados como se merecen. Una forma ideal de probar nuevas exquisiteces y conocer a las personas que las hacen posibles.
Todos ellos son grandísimos profesionales apasionados de su trabajo que cuidan hasta el más mínimo detalle para que se te vayan los ojos y los disfrutes con los 5 sentidos.
El cariño es el ingrediente principal de todos ellos y créeme que te enamorarán y no solo por el estómago.