Descubrí a Federica perdiéndome entre calles como me gusta hacer cuando salgo sola a caminar los días que empieza a hacer calor. Me gusta esa hora tonta en la que los restaurantes están más llenos que las calles y se puede hasta escuchar los pájaros en pleno centro. Entre callecitas y tiendas de repente descubrí lo que para mi fue el paraíso en medio del asfalto.. un lugar único lleno de encanto donde mires donde mires todo es bonito.